Tengo el alma
tan cansada.
La mirada
tan llena de palabras.
Los brazos cargados
de abrazos frustrados.
Y los labios tan secos
de recuerdos.
Siguen mis pies
caminando sin descanso.
Hacía un camino
incierto.
Veo cosas que
ya viví y como fantasmas
atormentan mi presente.
Sólo quiero dormir
y no pensar.
Quiero arrancar
el corazón y dejar de sentir.
Esto que mata por dentro
y envenena el pensamiento.